Sopla el viento, te roza por la cara, sientes un escalofrío, estás helada, en la calle, esperando al chico del que estás enamorada...te dijo que vendría..pero donde está? No le ves, miras a la derecha y a la izquierda aver si aparece, ves a un chico parecido a él pero dobla la esquina, Mierda, donde coño se habrá metido, piensas, él te prometió que iría, pero no llega, ya lleva una hora de retraso, lleváis casi un mes sin veros, y le dijiste que como no fuese hoy, te enfadarías mucho, ya te estás empezando a cabrear, él te prometió el cielo, el sol y la luna, incluso todas las estrellas que hay en el firmamento, también te prometió que iría hoy, que es algo mas fácil de conseguir, pero ni esa promesa ha cumplido. Te hartas de esperar y entras al bar con tus amigas, tan sonrientes como siempre, guapas, alegres, divertidas, soñadoras..Te preguntan que donde está él, las dices que no ha venido y que lo vuestro se va a acabar, que  estás harta de estar siempre esperándole, y no solo en cuestión de tiempo, sino en todo, en vuestra relación, en esperar a que termine ese partido tan importante, en esperar a que termine de jugar a la play y en un montón de cosas más. De repente aparece alguien por la puerta, le ves, alto, guapo y moreno, como siempre, con su cazadora que le regalaste en un día muy especial, en la mano trae un ramo de rosas rojas, se acerca a ti y te dice que lo siente, que se entretuvo por el camino, tu aceptas, le das un beso y le sonríes, pero por dentro te sientes mal, estás harta a que siempre te diga lo mismo, harta de que te ponga escusas baratas por llegar tarde, y por hacerte esperar siempre. Ya basta de juegos, estarás enamorada, pero crees que no es un buen amor, te cansaste de esperarle siempre, y él no se da cuenta de que no siempre vas a estar con una sonrisa en la cara, que algún día incluso te puede perder...y éste día ha llegado, ahora es el momento de salir, y disfrutar de la vida, y de dejar de estar esperándole...

TIC-TAC-TIC-TAC. Ese sonido, diría que es el sonido al que más tememos. El tiempo. Los minutos pasan, las horas, los segundos, los días, y van pasando los años, cada segundo que pasa te vas consumiendo más y más y te das cuenta de que ya no eres una niña, de que ya se pasaron los días de jugar a las barbies y a las muñecas. Ya eres mayor, y ves la vida pasar ante tus ojos, todos los momentos vividos, los buenos y los malos.
Los besos entregados, pedidos y robados, las miradas de amor, las sonrisas de dulzura, los llantos desconsolados por alguien que no los merecía, las peleas que siempre acaban con una reconciliación, los abrazos de tus amigas, esas sonrisas que tienen que te pueden alegrar el día; y recuerdas también que alguna vez estuviste enamorada. Enamorada del chico equivocado, el que te hizo sufrir y llorar, por el que creíste que el amor en realidad, no existe.
Pero sabes perfectamente, que algún día llegará el hombre perfecto, ese que te hará sentirte en las nubes, y que jamás te hará llorar, y si lo hace, que sea de felicidad, el que con una simple mirada te lo diga todo, que con una sonrisa, te haga la chica más feliz del mundo, y cuando ese hombre llegue, sabrás perfectamente que el amor si que existe, pero que es difícil encontrarlo...

Un mundo en el que podamos ser felices
Un mundo en el que la gente no te juzgue por tu aspecto
Un mundo en el que te puedas expresar sin que nadie te diga nada
Un mundo en el que todos fuésemos libres
Un mundo en el que todos estuviésemos locos
Un mundo en el que las armas se conviertan en flores
Un mundo en el que en vez de hacer la guerra, hiciésemos el amor
Un mundo en el que no halla ni patrias ni banderas
Un mundo en el que no existan religiones que nos distingan
Un mundo en el que no te digan lo que tienes que hacer constantemente
Un mundo en el que se pueda soñar sin que nadie te moleste
Un mundo en el que los sueños se hagan realidad
Un mundo en el que todos fuésemos felices


Pero sobre todo, que en ese mundo estuvieses tú...